Generic selectors
Sólo coincidencias exactas
Buscar en el título
Buscar en el contenido
Post Type Selectors
Correo electrónico:
Santuario de Las Lajas, Ipiales, Colombia

Santuario de Las Lajas: la basílica más espectacular de Colombia suspendida sobre un cañón

Índice

En pocas palabras


Aferrado a las vertiginosas paredes de un cañón del río Guáitara, en el sur de Colombia, el Santuario de Las Lajas está considerado una de las iglesias más bellas del mundo. Esta basílica neogótica, que parece flotar entre el cielo y las montañas, atrae tanto a peregrinos en busca de espiritualidad como a viajeros fascinados por su espectacular arquitectura. Construida a principios del siglo XX, descansa sobre un puente monumental que une los dos lados del cañón, dando la impresión de que el edificio desafía las leyes de la gravedad.

Pero más allá de su belleza, Las Lajas es también un lugar cargado de historia y leyendas, sobre todo la de una aparición milagrosa en el siglo XVIII que se dice dio origen a este santuario. Mezcla de fe, arte e imponentes paisajes, Las Lajas es una visita obligada para quienes exploran el sur andino de Colombia, en la frontera con Ecuador.

Santuario de Las Lajas

  • Provincia: Nariño (Andes)
  • Construido: 1916 – 1949
  • Altura (torre): 100 m
  • Altitud: 2.897 m
  • Ecosistema: Cañón andino
  • Clima: templado de montaña
  • Acceso directo desde Ipiales

Nuestro veredicto: un lugar único que merece la pena visitar ★★★

Visitamos el Santuario de Las Lajas sin ninguna motivación religiosa, simplemente atraídos por la singular ubicación de este edificio en el corazón de un pequeño cañón. La experiencia cumplió plenamente nuestras expectativas. La arquitectura neogótica es impresionante, sobre todo cuando se contempla desde el puente que salva el cañón del río Guáitara. El lugar está muy bien cuidado y ofrece numerosos miradores desde los que apreciar tanto la basílica como el paisaje circundante. Nos gustó especialmente el equilibrio entre la dimensión espiritual y el atractivo turístico: aunque es un importante lugar de peregrinación, el santuario sigue siendo accesible para quienes simplemente desean contemplar el monumento. La presencia de una cascada en las inmediaciones añade un toque natural muy agradable, y el acceso desde la cercana localidad de Ipiales es rápido y sencillo. Estamos deseando volver para probar el teleférico y descubrir otros lugares de la región.

Número de turistas en el Santuario de Las Lajas

El Santuario de Las Lajas, situado en Ipiales, al sur de Colombia, es uno de los lugares religiosos y turísticos más visitados del país. Cada año atrae entre 750.000 y 900.000 visitantes, una mezcla de peregrinos y viajeros fascinados por su espectacular arquitectura suspendida sobre el cañón del río Guáitara. La afluencia de visitantes alcanza su punto álgido durante determinadas celebraciones religiosas: la Semana Santa, que atrae por sí sola a unos 120.000 peregrinos, así como los días 15 y 16 de enero, fecha del aniversario del santuario, y el 15 de septiembre, con motivo de las fiestas patronales. El periodo de fin de año también es muy concurrido. Para disfrutar del santuario con tranquilidad, es mejor evitar los periodos de mayor afluencia mencionados, así como los fines de semana y los días festivos. Una visita entre semana ofrece las mejores condiciones para apreciar plenamente la belleza del lugar.

Clima en el Santuario de Las Lajas

El Santuario de Las Lajas, situado en Ipiales a casi 2.900 metros de altitud, goza de un clima templado de montaña, caracterizado por temperaturas frescas y alta humedad. Las temperaturas diurnas rondan los 15 a 17°C y las nocturnas los 6 a 8°C. Las precipitaciones son frecuentes durante todo el año, pero la estación seca, de junio a septiembre, es la de días menos húmedos, por lo que la visita resulta más agradable. Por el contrario, la estación lluviosa, de octubre a mayo, ofrece condiciones menos favorables para explorar el lugar, con más lluvia y un clima más difícil. Para aprovechar al máximo el santuario, es aconsejable llevar ropa de abrigo e impermeable, incluso en la estación seca, para permanecer cómodo ante las variaciones de temperatura típicas de las regiones andinas.


Sobre el Santuario de Las Lajas


Enclavado en el corazón del cañón del río Guáitara, el Santuario de Las Lajas fascina por su arquitectura neogótica y su espectacular ubicación. Lugar de peregrinación y gran atractivo turístico, combina historia, leyenda y paisajes andinos, ofreciendo una experiencia única a los visitantes que se acercan a admirar esta joya de Colombia.

Historia y leyenda

El Santuario de Las Lajas tiene su origen en un hecho considerado milagroso en el siglo XVIII. En 1754, María Mueses de Quiñones y su hija Rosa, muda de nacimiento, se refugiaron en el cañón durante una violenta tormenta. Según la tradición, la niña presenció una aparición de la Virgen, apodada «la Mestiza», que le permitió volver a hablar poco después. Este acontecimiento se interpretó como un milagro y pronto atrajo la atención de la población local. Con el paso de los años, el lugar se convirtió en un importante lugar de peregrinación, donde los fieles acudían a presentar sus respetos, depositar exvotos o simplemente rezar. Esta historia legendaria contribuyó a forjar el aura mística del santuario y explica por qué, a día de hoy, miles de peregrinos siguen visitando el lugar para dar testimonio de su fe y celebrar las apariciones de la Virgen.

Construcción y arquitectura

La basílica actual se construyó entre 1916 y 1949, gracias a la generosidad de la población local y a la participación de varios arquitectos e ingenieros de Colombia y Ecuador. Su estilo es neogótico, reconocible por sus contrafuertes, coloridas vidrieras y esbeltas agujas. Su construcción supuso un reto técnico considerable: el edificio se apoya en un puente de piedra que atraviesa el cañón del río Guáitara y se asienta directamente sobre la pared rocosa. Esta configuración da la impresión de que la basílica flota sobre el vacío. Los arquitectos consiguieron armonizar los elementos góticos con la topografía del lugar, creando un equilibrio entre grandeza arquitectónica e integración natural. La nave, los arcos y la ornamentación esculpida se han diseñado cuidadosamente para resistir la frecuente humedad y las inclemencias del tiempo de la región, ofreciendo al mismo tiempo a los visitantes una experiencia visual espectacular.

Estatuto religioso y protección del patrimonio

En el siglo XX, el Santuario de Las Lajas ha recibido varios reconocimientos oficiales. La Virgen fue coronada canónicamente allí, y el sitio fue elevado al rango de basílica menor, convirtiéndolo en un importante centro religioso de la devoción mariana colombiana. Al mismo tiempo, el gobierno colombiano ha reconocido la importancia cultural y patrimonial del santuario. Se ha incluido en los registros de protección del patrimonio, lo que garantiza la conservación del edificio y la gestión de los flujos turísticos. Estas medidas permiten ahora conciliar la acogida de un gran número de visitantes con la preservación de los aspectos religiosos e históricos del lugar, garantizando que el santuario siga siendo un lugar sagrado a la vez que accesible al público en general.

Situación, geografía y clima

El santuario está situado en el caserío de Las Lajas, en el municipio de Ipiales, cerca de la frontera con Ecuador, a 2.900 metros de altitud en la meseta andina. El sitio está enclavado en un estrecho cañón formado por el río Guáitara, que ofrece un panorama espectacular de acantilados escarpados, ríos y terrazas agrícolas. Esta elevada altitud influye directamente en el clima: las temperaturas se mantienen frescas durante todo el año, rondando los 15°C de media, con noches a veces cercanas a los 6-8°C. El clima es montañoso y húmedo, con una estación lluviosa de mayo a septiembre, en la que son frecuentes los chubascos repentinos, y una estación seca de diciembre a febrero, más favorable para las visitas. El intenso sol a esta altitud también hace que los rayos ultravioleta sean más potentes, por lo que la protección solar es esencial para los visitantes.


Información práctica


Nuestra experiencia

Descubrimos el santuario de Las Lajas desde Ipiales, una pequeña ciudad fronteriza con Ecuador que acabábamos de abandonar. Para llegar, optamos por un colectivo, los monovolúmenes compartidos que salen de la entrada de la terminal de transportes y nos dejan directamente en el cruce que lleva al santuario. Por falta de tiempo, no pudimos probar el teleférico, pero el trayecto en el monovolumen, de apenas veinte minutos, ya nos ofreció una buena panorámica de la región andina. Sentados en la parte de atrás, observamos por la ventanilla las verdes colinas, los campos cultivados y la vida local que pasaba: vendedores ambulantes, familias paseando por el arcén e incluso algunos intrépidos ciclistas compartiendo la carretera.

Al llegar, tomamos el camino que baja hasta el santuario. La suave pendiente está bordeada de pequeños y coloridos puestos que venden velas, recuerdos y aperitivos. Cuanto más caminábamos, el ambiente adquiría una solemnidad especial, como si todo el mundo estuviera a punto de descubrir un lugar único. De repente, al doblar un recodo del camino, apareció la basílica: suspendida de las paredes del cañón, su silueta neogótica se alzaba orgullosa sobre el río Guáitara, flotando aparentemente entre el cielo y la tierra.

Nos tomamos el tiempo necesario para detenernos en el gran puente que conduce a la entrada. La vista es impresionante: a un lado, los arcos y las vidrieras de la basílica destacan sobre el verde intenso del valle; al otro, el río serpentea por el cañón, acompañado de una cascada que completa el cuadro. Ésta es probablemente la imagen más impactante de nuestra visita. Como se estaba celebrando una misa y no éramos creyentes, optamos por no entrar para respetar la contemplación de los fieles.

A continuación subimos las escaleras y plataformas que bordean el lugar, cada una de las cuales ofrece una perspectiva diferente del edificio y del valle. A veces desde arriba, a veces desde un lado, a veces desde abajo, redescubrimos el santuario desde diversos ángulos, con la luz cambiante y la bruma de la montaña dando al lugar una atmósfera casi irreal. Al final, nos llevamos una grata sorpresa: no estaba tan abarrotado. Por supuesto, el lugar atrae a curiosos como nosotros, pero las multitudes eran en gran medida soportables y no estropearon en absoluto la experiencia (estuvimos allí entre semana). No se parecía en nada a las densas multitudes que se pueden encontrar en la catedral de sal de Zipaquirá. Aquí, el ambiente era más tranquilo y fluido, lo que nos permitió aprovechar al máximo los paisajes y la atmósfera espiritual del lugar.

Un poco más allá, una pequeña cascada enclavada en la vegetación nos ofreció un soplo de aire fresco. Su sonido regular se mezclaba con el silencio de los visitantes que rezaban, creando un contraste relajante. Modesta pero llena de encanto, es un recordatorio de que la armonía entre arquitectura y naturaleza está en el corazón de este santuario.

También visitamos el Museo Justino Mejía y Mejía, ubicado en las catacumbas bajo la iglesia. La primera sala es un pequeño templo dedicado al Cristo Redentor, pero fue la segunda parte, dedicada a la historia del santuario, la que más nos cautivó. Se exponen maquetas, archivos, objetos religiosos y piezas arqueológicas de la cultura de Pasto. Cerámica, instrumentos musicales tradicionales y ornamentos litúrgicos nos permitieron conocer la riqueza cultural de la región.

Tras varias horas explorando, volvimos a la carretera principal para tomar un colectivo de regreso a Ipiales. El viaje de vuelta fue rápido y fácil, pero saboreamos los últimos momentos mientras contemplábamos el valle una vez más. No lo habíamos visto todo, y eso estaba bien: quedaba una parte del misterio, como una invitación a volver, quizá para probar el teleférico o explorar más a fondo los alrededores.

Tarifas

La entrada al santuario de Las Lajas es libre y gratuita.

El pequeño museo (museo Justino Mejía y Mejía) situado en el sótano del santuario es de pago, aunque suele ser muy asequible: unos 3.000 COP por persona.

Quienes opten por llegar al santuario en teleférico también tendrán que pagar un billete. Para más información, consulta el apartado «Cómo llegar al Santuario de Las Lajas».

Reservas y horarios

No es necesario reservar para visitar el santuario, que recibe visitantes todos los días entre las 9.00 y las 18.00 horas.

AGENCIA Y GUÍA

No creemos que necesite un guía para visitar el Santuario de Las Lajas. La excursión se puede organizar fácilmente por su cuenta desde Ipiales.

Pero si aún así quiere ir de la mano de un profesional, puede contactar con la agencia local New Horizon Tours Nariño. Situada en Ipiales, organiza diversas salidas para visitar lugares de la región, en español o en inglés.


¿Cómo llegar al Santuario de Las Lajas?


El Santuario de Las Lajas es accesible en transporte público desde la cercana ciudad de Ipiales, a 9 km. No hay líneas directas de autobús que conecten el Santuario de Las Lajas con las principales ciudades y lugares de interés turístico de Colombia, como Bogotá, Medellín, Cali, Popayán, Cartagena o Salento. Por lo tanto, para llegar al santuario en transporte público es necesario pasar por la localidad de Ipiales, que sirve de principal punto de acceso.

El aeropuerto más cercano es el de San Luis, a sólo 8 km de Ipiales. No hay transporte público que comunique directamente el aeropuerto con el Santuario de Las Lajas. Por lo tanto, es necesario llegar primero a la terminal de autobuses o taxis de la ciudad, y luego tomar un vehículo hasta el santuario.

Ipiales es servida por buses directos desde las siguientes ciudades con las empresas Bolivariano, Continental Bus, Cootranar, Transipiales, dependiendo de la ruta:

  • Pasto (viaje de 3 horas – COP 15.300/persona)
  • Popayán (8 horas de viaje – COP 55.000/persona)
  • Cali (viaje de 12 horas – COP 56.000 a 87.000/persona)
  • Bogotá (22h de viaje – COP 175.000/persona)
  • Medellín (19 horas de viaje – 180.000 COP/persona)

Tome el teleférico de Ipiales al Santuario de Las Lajas

Para una gran experiencia, el teleférico de Las Lajas es una alternativa a la ruta clásica, ofreciendo una experiencia panorámica excepcional. Sobrevuela el cañón del río Guáitara, recorriendo una distancia de unos 1.500 metros.

La estación del teleférico no se encuentra directamente en el pueblo de Ipiales. Para llegar, tendrá que caminar (aproximadamente 1 hora) o tomar un taxi (10 minutos – 15.000 a 20.000 C0P) o un colectivo. Una vez en la estación, el trayecto en taxi dura unos 15 minutos antes de llegar al santuario.

Horario de apertura del teleférico:

  • Fines de semana y festivos: apertura más temprana a las 7.00 h, cierre más tardío hasta las 20.00 h.
  • Días laborables (de lunes a viernes): abre a las 9.00 y cierra a las 19.00.

Tarifa teleférico:

PeriodoTarifa de idaTarifa de ida y vuelta
Días laborables10.000 COP16.000 COP
Fines de semana y días festivos12.000 COP20.000 COP
Temporada alta (diciembre, enero, Semana Santa)~15.000 COP26.000 COP
Niños menores de 5 añosGratisGratis

Cómo llegar al Santuario de Las Lajas desde Ipiales en colectivo

TransporteColectivo (furgoneta)
SalidaRegularmente a lo largo del día, cuando el vehículo esté lleno o casi lleno.
Lugar de salidaCalle de la entrada de la terminal (donde aparcan los colectivos)
DestinoIntersección de la vía principal Las Lajas (25NR) y la carretera de acceso al santuario
Duración15 minutos
Tipo de viajeDirecto
Precio (sólo ida)8.000 COP / persona

Para el viaje de vuelta, basta con tomar un autobús o una furgoneta hasta el mismo lugar donde le dejaron en el viaje de ida, en la carretera principal, en el cruce que lleva a la entrada del santuario.

Cómo llegar al Santuario de Las Lajas desde Ipiales en taxi

También puede tomar un taxi para ahorrar tiempo: el trayecto dura menos de 15 minutos y suele costar entre 20.000 y 25.000 COP.

Caminando de Ipiales al Santuario de Las Lajas

También se puede llegar a pie al santuario de Las Lajas desde Ipiales. La caminata dura aproximadamente una hora y media y sigue la misma ruta que el transporte público, pero un carril reservado para peatones y ciclistas, separado de la carretera por un bordillo o una barandilla, garantiza unas buenas condiciones de seguridad. La ruta desciende hacia el santuario, pero tenga en cuenta que la subida de vuelta puede ser exigente. Hay varios miradores interesantes a lo largo del camino, incluido un mirador que ofrece una vista magnífica de la basílica enclavada en el fondo del cañón.


¿Dónde alojarse para descubrir el Santuario de Las Lajas?


A sólo 15 minutos en coche, la ciudad de Ipiales es un excelente punto de partida para pasar la noche y explorar los alrededores, incluido el Santuario de Las Lajas.

Aquí tienes una selección de lugares recomendados para alojarse en Ipiales.

$ – Presupuesto económico

Hostal

Hostal Xantico

SABER MÁS

$ – Presupuesto económico

Hotel

Hotel Royal Class

SABER MÁS

$$ – Presupuesto medio

Hotel

Hotel Avanty

SABER MÁS

$$ – Presupuesto medio

Hotel

Mestiza Hotel Boutique

SABER MÁS

$$$ – Presupuesto elevado

Hotel

Hotel Harmony

SABER MÁS

$$$ – Presupuesto elevado

Hotel

Loft Hotel Ipiales

SABER MÁS


Observaciones


Mackintosh (poncho, K-Way)

Dado el impredecible clima de montaña y los frecuentes chaparrones, no olvide meter en la maleta una chaqueta impermeable, como un poncho o un K-Way.

Protección contra el sol

Si sale el sol, recuerde protegerse la piel, sobre todo a esta altitud, donde los rayos ultravioleta son potentes, incluso cuando no hace mucho calor.

Comparte este artículo

Imagen de Los autores : Caro & Romain
Los autores : Caro & Romain

Somos una pareja franco-colombiana que queremos compartir nuestro amor por Colombia. 💛💙❤️

Más información

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También pueden interesarle estos artículos

Guía práctica para viajar por Colombia

Los artículos que figuran a continuación también pueden interesarle para preparar su viaje.